Durante los últimos tres meses, he cambiado mi silla de Ikea de 100€ por la edición negra de la silla gaming Iskur de Razer. Hasta hace poco, me resistía bastante a la embestida de sillas gaming con sus cojines lumbares y sus líneas de coche de carreras, pero también me di cuenta de que mi silla de Ikea no le estaba haciendo mucho bien a mi espalda que digamos. Es una silla de oficina perfectamente adecuada para su precio, pero siendo alguien que trabaja desde casa a tiempo completo, probablemente debería ser un adulto responsable e invertir en algo en lo que poner mi espalda todos los días.
El problema es que las “buenas” sillas de oficina – como las de Herman Miller – son tan costosas que la idea de pagar casi mil dólares por una me parecía simplemente absurda. ¿Qué clase de magia puede tener para costar esa cantidad de dinero? Así que pensé que la Iskur de Razer podría ser una buena opción. Costando 499$, está en medio de una silla de oficina básica y un palacio premium para tu espalda, y también tiene soporte lumbar integrado (como debería tener cualquier silla decente) envés de un terrible cojín. ¿Podría esta ser la silla gaming de mis sueños?
Sí y no. Sí, por que estoy bastante segura de que he tenido un poco menos de dolor de espalda desde hace tres meses, y su amplio asiento y reposabrazos 4D con altura ajustable me han permitido apoyarme mucho menos de mi teclado. En lugar de esto, he podido sentarme en mi silla, tener el apoyo correcto en mis brazos, y en general estar bastante más cómoda. También he podido sentarme con las piernas cruzadas (probablemente malo para mi espalda) de vez en cuando. La posición fija de los reposabrazos de mi silla Ikea evitaban que pudiese hacer esto, y ¡cómo lo echaba de menos! No se si esto arruina por completo el propósito de tener una silla de oficina adecuada o no, pero resulta que soy una gran fan de sentarse con las piernas cruzadas y siempre me siento un poco desconcertada cuando mi silla no me permite hacer esto.
Así que hasta ahora solo parece haber ventajas. También me gusta que Razer ha creado una versión completamente negra además de su típica combinación de negro y verde. El modelo negro sigue teniendo un logotipo algo innecesario de “Por gamers. Para gamers” en la parte frontal del asiento, pero al menos las letras son negras por lo que no se nota demasiado. Creo que pondría cara de dolor si tuviese que soportar esa costura verde brillante todos los días al entrar a mi oficina, así que me alegro mucho de que exista una versión negra que no supondría una vergüenza instantánea para mí cuando tenga que participar en una videollamada.
La costura negra del logo es preferible a la versión verde mostrada más arriba. Los bordes levantados del asiento también hacen de este modelo una silla de gatos perfecta. Siempre tengo que pelear con mis gatos para poder sentarme en esta cosa.
El gran problema que tengo con la silla Iskur es que estoy segura de que no fue diseñada para una mujer de mi altura y contextura, o para mujeres en general. Según Razer, la Iskur puede aguantar un máximo de hasta 136 Kilos (ningún problema), y la altura de gamer ideal está entre los 170 y 190 cm. Estoy en lo más bajo de este rango de altura, pero (y no puedo creer que realmente esté diciendo esto) creo que en realidad no soy lo suficientemente pesada.
Es cierto que he ganado algunas libras de confinamiento durante el último año, y si le hago caso a mi IMC (Índice de Masa Corporal), estoy en el límite de tener sobrepeso para mi altura. No soy una chica delgada, pero siempre que quiero reclinar el respaldar de mi silla para adaptarme a los asaltos diarios de mi gato (ella insiste en sentarse todos los días en mi barriga como un gran bebé peludo), solo puedo conseguirlo haciendo fuerza y apoyándome de las puntas de los dedos de mis pies envés de simplemente recostarme como una persona normal.
En un principio, pensaba que estaba empujando la silla completa, pero luego me di cuenta de que la silla es mucho más pesada de lo que parece. Sí que estaba reclinándola, pero tenia que esforzarme bastante para conseguirlo. Tenía que empujar bastante para mantenerme reclinada, de lo contrario la silla se regresaba a su posición normal y el respaldar se enderezaba. No es una muy buena silla para relajarse (o para que los gatos se sienten sobre el usuario), y esto era la única cosa que echaba de menos de mi silla de oficina de Ikea.
Es posible que la Iskur fuese diseñada para ser así. También es posible que la haya apretado mucho durante el ensamblaje. Me gustaría desmontarla e intentar de nuevo, pero mi segundo gran problema con la silla Iskur es que ahora es casi imposible hacer esto. Para poder esconder los feos tornillos, Razer incluye dos pequeños topes de plástico que se ponen encima de los tornillos, y he sido incapaz de sacarlos desde que ensamblé la silla. Estos pequeños topes están camuflados con la superficie negra de sus alrededores, y me temo que para poder sacarlos habría que hacer algo que podría dañar la superficie.
Una ves los topes negros se introducen, no hay forma de sacarlos
Es una pena, ya que también me equivoque en la alineación del respaldar de la silla. Esto es lo que sucedes cuando intentas ensamblar una silla tan grande como esta por tu cuenta – lo cual fue bastante fácil en su mayor parte, pero definitivamente sería de gran ayuda tener a alguien que sostenga las piezas en su lugar mientras que las aprietas con la llave Allen incluida.
Si te fijas con atención notarás que hay un pequeño espacio en donde el asiento se encuentra con el respaldar de mi silla – y no puedo ajustarlo por culpa de los topes negros. Esto no significa que mi columna esté permanentemente torcida. De hecho, no puedo decir que lo he notado realmente. Pero hay algo en el hecho de saber que no está derecho que me saca de quicio.
Siendo honesta, los reposabrazos parecen que no se ajustan lo suficiente a mí. Debido a que son 4D, pueden moverse hacia arriba y hacia abajo, hacia adentro y hacia afuera, e incluso inclinarse gracias a tres botones independientes. Y son excelentes para tener una mano en las teclas WASD y la otra en mi mouse. Pero siempre sentí la necesidad de mover el reposabrazos derecho más hacia adentro cuando simplemente escribo en mi teclado. Nuevamente, me sentí muy pequeña para los límites internos de la silla, lo cual opacaba muchas de las otras características de la silla.
El cojín de cabeza incluido es muy grande para alguien de mi altura. Los bonitos diagramas de Razer lo muestran ajustado a la curvatura de tu cuello, pero en mi caso llega hasta la parte trasera de mi cabeza, empujando mi cráneo demasiado hacia adelante y haciéndolo incómodo. Afortunadamente puede removerse, así que puedo hacerlo a un lado y dejar que mis gatos lo aprovechen, pero sigue siendo decepcionante; Es tan suave y agradable.
Tuve problemas logrando que el soporte lumbar funcionara en el primer intento. Sin importar que tan duro tirara, no pasaba nada. Pensé que estaba roto. Afortunadamente empezó a funcionar.
Tampoco sentí la necesidad de usar la que probablemente sea la principal característica de la silla Iskur – su soporte lumbar personalizable. Gracias a una pequeña palanca ubicada debajo de la silla en el lado derecho, puedes hacer que el panel lumbar curvo sobresalga cuando quieras sentarte más hacia adelante. Puedes sacarlo tanto como quieras – su posición no es fija – pero con frecuencia notarás que su posición original (completamente hacia atrás) es más cómoda para trabajar. En realidad, este es el momento en el que probablemente es de mayor utilidad el cojín de cabeza, ya que un poco de soporte adicional a tu cabeza probablemente sería ideal cuando te sientas hacia adelante.
Para alguien de mi estatura, la combinación de sentarme hacia adelante y tener el cojín de cabeza empujando mi cabeza envés de mi cuello con frecuencia me hacía sentir que mi columna estaba hundiéndose en el medio. Quizás fuese solo mi mala postura, pero tengo el fuerte presentimiento de que, si fuese tan solo un par de centímetros más alta, la silla sería brillante. Cuando me siento realmente derecha y erguida, puede tener una ligera idea de lo que sería experimentar el potencial de la silla, pero con frecuencia me relajo y mi espalda se curva de nuevo y se hunde en el espacio que no tiene soporte.
Soy una gran fan de los estupendos reposabrazos de la silla Iskur y definitivamente los prefiero por encima de mi vieja silla de Ikea (también en la foto), aunque preferiría que pudiesen moverse un poco más hacia adentro (tampoco son aptos para pequeños brazos de gatos)
Dicho esto, es casi seguro que siga usando la silla Iskur, ya que pienso que es una mejor silla que mi ahora arañada y desgastada silla de Ikea. Me temo que el tapizado de cuero de la Iskur probablemente termine luciendo más o menos igual en otros tres meses – los ataques de garras de gatos que ha sufrido en los últimos tres meses ya han dejado algunas marcas – pero por lo menos mi espalda y mis hombros tendrán un mejor soporte. Si fuese más alta y más grande, probablemente tendría una mayor experiencia de los beneficios de la silla Iskur. Pero tal y como son las cosas, sigo teniendo las ganas de algún día tener una Herman Miller, si tan solo no me sintiera como una chica tan baja en comparación con el hombre gamer promedio. Mientras tanto, La Iskur funcionará correctamente.
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