Presentada en 2015, la Sony A7r mark II supuso un gran cambio en el segmento del mercado centrado en las cámaras sin espejos: ofreciendo uno de los mejores sensores 35mm hasta la fecha, una rápida detección de fase AF, siendo la primera en ofrecer una compatibilidad decente con objetivos DSLR, y una calidad excelente en 4K. Dos años después de su lanzamiento, celebramos la llegada de la A7r III, que nos ofrece una serie de mejoras que son más que bienvenidas, mejorando tanto la calidad de la imagen como el uso en general de la cámara.
La nueva cámara resultará familiar para todos los usuarios de la serie A7, ya que aspectos como el diseño, el cuerpo de magnesio o el sellado de protección contra polvo y humedad son prácticamente idénticos. La nueva cámara es más pesada (675g vs 625g) pero las dimensiones son prácticamente las mismas que en su predecesora.