Comprar un monitor 4K para jugar es más fácil y tentador hoy en día gracias a las enormes reducciones de precios y a la gran disponibilidad de opciones que hay en el mercado tecnológico. Una TV 4K costaba miles de dólares cuando salieron a la venta en 2013, y lo mismo pasó con las primeras pantallas para ordenadores personales. La disponibilidad de contenidos UHD y la compatibilidad de juegos también era nula entonces, a diferencia de ahora, cuando se anuncian a diestro y siniestro por parte de los fabricantes de tarjetas gráficas y desarrolladores o editores de juegos.
Ahora puedes comprar un monitor 4K incluso por 300$, como es el caso del Philips 276E8VJSB, que tiene unas cualidades decentes, o una auténtica variante gaming como el Asus MG28UQ por unos cuantos dólares más. Atrás quedaron atrás los días en los que los monitores con alta tasa de refresco como el Acer XB273K eran sólo parte de nuestra imaginación, ya que están empezando a aparecer uno tras otro. Esta evolución nos muestra que este tipo de monitores ya está tocando a nuestra puerta (y a nuestra cuenta corriente) para que nos pasemos a ellos, ¿pero merece la pena?
Ventajas de comprar un monitor 4K para jugar
La primera y más clara ventaja de tener un monitor 4K para gaming es que su masiva cantidad de píxeles significan un campo de visión más amplio y unos detalles más exquisitos. Los juegos se ven más nítidos gracias a la mayor profundidad de imagen que proporcionar los píxeles extra, lo que produce unos mejores efectos visuales para disfrute de los usuarios. Las líneas y bordes más nítidos y claros también reducen la necesidad de usar efectos de postprocesado, como el Anti-aliasing, lo que supone más frames por segundo en la mayoría de juegos.
Muchos de los nuevos títulos que hemos visto, como The Division 2 o Battlefield V, se ven muy bien en 4K debido a la expansión de los detalles añadidos en los entornos. Pero no nos malinterpretes; también se ven genial en HD o QHD, aunque la apariencia genera producida por los diseños de los niveles es mucho más atractivo en 4K. Algunos incluso pueden decir que los juegos en 4K a calidad baja o media normalmente se ven mejor que en 1080p y ultra.
Los flujos de trabajo también se ven libre de obstáculos para los usuarios profesionales o los gamers, ya que tienen más espacio de pantalla, lo que equivale a cuatro pantallas de 1080p unidas en un rectángulo. Manipular cuatro ventanas en posición y ver simultáneamente su contenido nunca ha sido tan fácil, en lo que se refiere a monitores 16:9.
Los monitores 4K también se ven mejor para gaming, sin importar el tamaño que elijas, gracias a los tonos de píxeles más estrechos. Los 1080p son geniales para pantallas de hasta 24 pulgadas, mientras que los QHD encajan bien en modelos de 27 pulgadas, pero para el resto, lo mejor son los 4K. Las ventajas también serán visibles incluso si optas por un monitor 4K de 43 pulgadas como el Philips 436M6VBPAB, por lo que el límite de tamaño relativo a la nitidez y la claridad se elimina para los equipos de sobremesa.
Por último, pasarte a un monitor 4K para gaming puede considerarse una apuesta a largo plazo, ya que es la tendencia más al alza en el sector multimedia, de los videojuegos y de los gadgets. También vale la pena tener en cuenta que la tecnología de los monitores de PC ha disminuido hasta avanzar a un ritmo muy lento, debido a los desarrollos incrementales o limitados que hemos visto junto con algunos fracasos en categorías como los monitores OLED. Es poco probable que veamos una mayor resolución en un plazo próximo, porque todavía estamos en el punto de maximizar el potencial y la practicidad del UHD.
Desventajas de comprar un monitor 4K para jugar
La principal desventaja de elegir un monitor 4K para gaming es su precio, que va más allá del precio que pagas por la propia pantalla. Es cierto que los monitores UHD han bajado considerablemente de precio, incluidos los modelos de 144 Hz, pero las mejoras no acabarán aquí. Como todos sabemos, se necesita mucha potencia de la tarjeta gráfica para ejecutar juegos a 60 Hz estables, por lo que tendrás que gastar mucho en una gráfica de gama alta como la RTX 2080 Ti, que de por sí ya cuesta más que un equipo gaming potente completo.
La tecnología de las gráficas apenas está alcanzando los requisitos de los monitores 4K para gaming, y su precio ya ha crecido por un margen considerable. Si esta tendencia continúa, ¡podremos ver que la próxima tarjeta «Ti» de Nvidia es totalmente capaz de conseguir 60 FPS en 4K y calidad ultra por más o menos dos de los grandes (yeah)!
Hay gráficas más asequibles que se consideran como opciones aptas, como la Vega 64 de AMD, que han madurado muy bien después de varias actualizaciones de drivers. Sin embargo, algunos títulos exigirán configuraciones multi-tarjeta como SLI, NVLink y Crossfire si una tarjeta no es suficiente. Las tarjetas gráficas más comunes en el segmento más alto ya son geniales para jugar a 1440p y 144 Hz, pero si se fuerzan a 4K tendrán muchas dificultades.
Lógicamente, el coste de la gráfica se trasladará al resto de tu PC, ya que también tienes que tener en cuenta los cuellos de botella. Las gráficas de más alta gama necesitan un procesador de gama media o alta para que puedan funcionar al 100% y utilizar cada gramo de su potencia de procesamiento para producir fotogramas a alta resolución. Los juegos en 4K también consumen más memoria RAM, además de que necesitarás una fuente de alimentación potente y una caja bien ventilada para que todo vaya bien.
Y luego tenemos los monitores 4K 144 Hz, que son tremendamente caros en la actualidad si quieres lo mejor de lo mejor. Un ejemplo como el Asus PG27UQ, que tiene todos los extras como DisplayHDR 1000, G-Sync HDR y tratamiento Quantum Dot, cuesta aproximadamente dos de los grandes si incluimos el IVA. Hay opciones no HDR ya disponibles como el Acer XV273K, pero aun así tienes que acercarte a los cuatro dígitos para poder comprarlo.
¿Merece la pena comprar un monitor 4K para jugar?
La respuesta corta es NO, a menos que tengas un montón de pasta que no necesites para otras cosas o prioridades más importantes. Jugar en 4K, especialmente a altas tasas de refresco, es simplemente demasiado caro para el individuo medio con unos ingresos decentes. Es factible si se tienen expectativas razonables, como bajar las opciones gráficas para llegar a unos 60 Hz estables con una gráfica o jugar en 2K y solo usar el 4K para todo lo demás. Aunque sabemos que muchos argumentarán que eso es perderse lo mejor de tener un monitor 4K para jugar.
Es mejor optar por un equipo 2K 144 Hz, que proporciona una nitidez mejorada pero es más factible, o quedarte con los 1080p y 144 Hz o más, ya que es el formato más ampliamente aceptado en el mundo de la competición. Solo podemos recomendar la compra de un monitor 4K para jugar si tu PC ya está listo y puede manejarlo decentemente usando sus especificaciones actuales. Otro ejemplo razonable es si estás pensando en el largo plazo, pero si no es así, puede ser un enorme derroche de dinero si intentas alcanzar el nivel de rendimiento ideal con más mejoras.
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