Elegir el mejor monitor para “gaming” depende principalmente del presupuesto y el dinero que estés dispuesto a invertir, antes que del uso que le vayas a dar o de las especificaciones de tu sistema. Los precios pueden ir fluctuando dependiendo de las especificaciones determinadas que presenten cada modelo, lo que es seguro, es que si quieres tenerlas todas, debes saber que vas a tener que desembolsar una buena cantidad de dinero. Esta guía tiene como objetivo ayudarte a entender cada uno de los aspectos más importantes que presentan los monitores diseñados para “gaming” y ayudarte a entender tus necesidades, para que puedas ahorrar dinero sin sacrificar calidad en la experiencia de juego.
1. Presupuesto
Si los precios de los productos Premium no te asustan, entonces será fácil para ti obtener el mejor producto que los mercados pueden ofrecerte hoy en día. Teniendo un presupuesto por encima de los $500 tienes una amplia gama de posibilidades de última generación como los monitores 144Hz 1440p con G-Sync de Asus PG278QR, o también podrás conseguir un monitor ultra ancho como el AOC Agon AG352UCG. Este grupo de monitores también pueden ser útiles para generar contenido creativo a nivel profesional, pero ten cuidado al seleccionar tu monitor, porque no todos sirven para realizar estos trabajos.
Los productos de gama media tienen un precio que oscila de $300 a $499, con este dinero puedes obtener monitores con características especiales, pese a algunas concesiones menores. A este nivel, puedes esperar conseguir monitores de 240Hz E-sports como el BenQ XL2546 o incluso un dispositivo a 4K, con una excelente relación calidad-precio, como el ViewSonic XG2700-4K. Francamente, quizás esta sea la gama que más confusión puede crear, ya que existen muchísimas opciones diferentes, y evitar aquellas que no valen la pena puede resultar todo un desafío.
Por debajo de $299 es donde realmente podemos encontrar los productos más sorprendentes, ya que a pesar de los precios económicos registrados en las etiquetas, puedes encontrar monitores excelentes con 144Hz como el AOC G2460PF. Incluso es posible encontrar monitores con calidad 2K y 4K, aunque los pros y contras de estos son más pronunciados y evidentes.
2. Tasa de refresco
La tasa de refresco es el número de veces que tu pantalla se puede actualizar en un segundo para manejar y reproducir los múltiples frames que tu PC está intentando interpretar. Cuanto mayor sea este número, más rápido y más caro será el modelo que elijas. La suavidad y la reducción de zonas borrosas en la pantalla es determinada por este número, por lo que 144Hz es el standard universal actualmente, aunque también podría valerte con un monitor con 60Hz.
3. Tiempo de respuesta
El tiempo de respuesta describe la velocidad de transición de los pixeles de color a color, o mayormente, de gris a gris. La razón por la que los paneles TN son ampliamente preferidos por los jugadores profesionales es por sus pequeños tiempos de respuesta, que producen menos zonas borrosas o “blur” y entrelazamientos. 5ms o 6ms es normalmente aceptable, pero intenta conseguir un monitor con 4 ms o menos para conseguir una mejor tu experiencia de juego.
4. “Input Lag” o retraso de entrada
El retraso de entrada no suele encontrarse anunciado por los fabricantes en los manuales donde se encuentran las especificaciones, ya que por su naturaleza resulta complicado calcularlo o determinarlo. Este concepto se refiere al tiempo transcurrido entre la acción realizada en un dispositivo de entrada, por ejemplo un teclado, y su aparición en la pantalla, o puede también ser descrito como el retraso en el procesamiento de una señal. Normalmente recomendamos monitores por debajo de los 20 ms, pero 30 ms es también aceptable para jugadores casuales. Si buscas algo más profesional y cerca de la perfección te recomendamos que vayas por un monitor por debajo de los 10 ms.
5. Resolución
La resolución también es uno de los factores más decisivos e importantes, tanto a nivel de precio como por su importancia a la hora del funcionamiento del monitor. Una resolución de 1080p es el mínimo standard para el uso cotidiano e incluso para jugar en competiciones, mientras que 1440p, 4K y formatos “ultrawide” son para aquellos que son unos entusiastas de la imagen que desean deleitarse con una calidad excepcional. Cuanto más alta sea la resolución de tu pantalla, más delicada y brillante serán las imágenes que consigas.
6. Tamaño de pantalla
Nosotros consideramos que 24 pulgadas es el mínimo ideal que se debe utilizar para “gaming”, pero si dispones de un presupuesto grande y no tienes limitaciones en cuanto a espacio físico, siempre puedes optar por un tamaño más grande. El tamaño de la pantalla siempre afecta al precio del monitor, pero el impacto más significativo en tu experiencia como jugador la obtendrás al observar la capacidad del monitor para influenciar la densidad de pixeles que afectan a la nitidez y al tamaño de los objetos. Trata de elegir la mejor combinación posible entre tamaño y resolución que pueda funcionar óptimamente con tu equipo sin hacerte forzar la vista.
7. Tipo de panel
Existen tres tipos de paneles diferentes y cada uno de estos tiene sus puntos a favor y en contra. TN es el más rápido, pero le falta dinamismo; IPS es lo opuesto al anterior; VA se encuentra a mitad de camino de los dos anteriores, teniendo una elevada relación de contraste. Para la competición, nosotros recomendamos paneles TN de manera casi exclusiva, aunque los nuevos VA e IPS casi han alcanzado en velocidad a los anteriores.
8. Vitalidad del color y precisión
Elige un monitor con una extensa cobertura (95 %+) sRGB y un nivel de precisión decente para obtener unos visuales llamativos en tus juegos. Algunos monitores requerirán que inviertas algo de tiempo y esfuerzo para calibrarlos, pero una vez ajustados, te darás cuenta que el trabajo ha merecido la pena. La elección del panel y la calidad del producto, pueden resultar decisivos para la vitalidad y la precisión del monitor, por lo que échale un ojo a los diferentes análisis que encontrarás online para encontrar el monitor de “gaming” que mejor se adapte a tus necesidades.
9. Proporción De Aspecto
Actualmente, la industria solamente cuenta con los formatos 16:9 y 21:9 como sus más prominentes, aunque el primero es mucho más amplio. Los jugadores competitivos usualmente prefieren pantallas en un formato 16:9, mientras que los entusiastas que prefieren inmersión y se van más por la apariencia usualmente optan por las pantallas amplias con formato 21:9. Además de la preferencia, restricciones a tu presupuesto y al espacio también determinarán tu decisión.
10. Sincronización Adaptiva
Los monitores con sincronización adaptiva pueden curar los problemas de desgarramiento y tartamudeo gracias a un marco inigualable y su frecuencia de actualización.La sincronización adaptiva ajusta la actualización de pantalla para que coincida con marcos desde un GPU compatible que raramente está sin problemas, asegurando que no haya imágenes en blanco o emitidas a medias. Puedes escoger entre monitores Nvidia G-ync y FreeSync, dependiendo de que GPU uses en tu estructura, sin embargo, tenga en mente el impuesto sobre primas de G-Sync sobre los monitores, haciéndolos más de $200 dólares más caros que sus contrapartes en FreeSync.
11. Estética, Ergonomía y Calidad de Estructura
La estética es meramente la apariencia y qué tan atractivo o agresivo está diseñado un monitor, por lo que el gusto personal juega un papel importante aquí. La ergonomía, por otro lado, es el rango de ajustamiento que un producto y su soporte incluido pueden lograr en su compatibilidad de montaje VESA. Escoja una pantalla de una marca confiable con productos robustos y durables.
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